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¡Coma sanamente sin gastar de más!

Comer mal atenta contra nuestra salud y también contra nuestro bolsillo, aunque se suela creer que si comemos tantos alimentos chatarra es porque son más baratos.

Cocinar en casa es la mejor manera de controlar la calidad y la cantidad de los ingredientes que utilizará en la preparación de sus deliciosos platillos; puede verificar su frescura, las fechas de caducidad y qué cantidades de aceite, azúcar, sal y grasa utilizará en la preparación de los mismos. También así es posible que haga un cálculo de las porciones necesarias para que la comida no se desperdicie, que nadie se quede con hambre ni nadie se vea obligado a comer de más con tal de dejar “el plato limpio”. si tiene usted la fortuna de tener el tiempo suficiente para poder preparar la comida, aprovéchelo, ya que el mal de nuestra época es la dependencia a la comida rápida y el hábito de comer fuera la mayor parte del tiempo. estas malas costumbres se traducen en desnutrición, obesidad –aunque parezcan contradictorias– y otros padecimientos como los niveles altos de triglicéridos y colesterol en la sangre.

Al cocinar en casa, usted toma el control del asunto y asegura una comida económica y sana para su familia: cuida la salud de sus seres queridos y favorece las finanzas del hogar. el mundo de los alimentos no procesados es la materia prima ideal para emprender la tarea; mientras más naturales y frescos sean, más saludables y, generalmente, más económicos. Aunque es frecuente que, mientras usted cocina, la comida se le antoje y además deba degustar para corroborar que todo vaya saliendo a pedir de boca, es recomendable que evite picar. Si es necesario tomar colaciones, la mejor opción es la de comer frutas como manzanas, peras, jícamas, zanahorias o media taza de yogur natural y galletas con fibra. sin embargo, tome en cuenta siempre que se trata de una colación y que esta no debe suplir a la comida. Es importante desayunar, comer y cenar siempre a la misma hora no solo por razones prácticas, sino también porque esta disciplina es buena para la salud al mantener el metabolismo bajo un ritmo constante. No se debe dejar pasar dos horas después de despertar sin haber probado un desayuno completo (frutas de temporada, proteínas como el huevo, leguminosas: ejotes, habas o frijoles y carbohidratos como pan y tortillas). estos últimos son muy importantes y no deben excluirse, ya que al comer una o dos tortillas en lugar de cinco, se aportan carbohidratos esenciales al cuerpo sin caer en excesos. en cuanto al pan dulce, además de ser un producto más caro, contiene altas cantidades de azúcares y en ocasiones también de grasas, como en el caso de las donas.

¡Aproveche las ofertas!


Usted puede planear sus platillos saludables con base en las ofertas de la temporada: las frutas y verduras propias de la estación son más baratas y más frescas y su consumo favorece tanto su salud como su economía; México cuenta con una enorme diversidad de frutas de temporada y puede utilizarlas para preparar aguas frescas: una agua de frutas, con cantidades de azúcar bien medidas, siempre será mejor que un refresco o un jugo embotellado. Asimismo, si su familia es aficionada a lo dulce, puede consumir mermeladas preparadas en casa.

Para los platos fuertes, es muy recomendable comprar en el mercado o supermercado de su preferencia carne de res o pollo cuando estén en oferta. La carne roja, si se consume tres veces a la semana, es sana, ya que es una excelente fuente de hierro y proteínas; la carne de pollo es de fácil digestión y baja en grasas y muy propicia para una gran variedad de platillos de fácil preparación. ¡Y, por favor, procure aumentar su consumo de pescado! elatúnen lata (a diferencia del atún fresco) es una gran opción ya que es barato y rinde si lo prepara en ensalada. es mejor comprarlo en agua que en aceite, debido a su bajo contenido de grasa.

Evite las calorías extra


Los aderezos procesados como la mayonesa, la crema y las vinagretas contienen mucha grasa, además de ingredientes que, en exceso, pueden dañar la salud, como el sodio. su costo, además, es medianamente elevado. es recomendable, por tanto, aderezar las comidas con opciones más saludables y económicas como jugo de limón, jugo de naranja o chile piquín; también puede preparar una vinagreta casera con un poco de aceite, vinagre y especias. De igual forma, evite capear sus alimentos ya que esto implica la presencia de una grasa excesiva, así cuidará su salud y ahorrará el costo en aceite.Aunque se cree que las maravillas culinarias mexicanas se definen por la famosa regla de la triple “T”: tacos, tortas y tamales, existen platillos típicos mexicanos que son nutritivos, sabrosos y baratos. Por ejemplo, el pozole con carne de pollo, maíz y verduras se puede comer con cierta regularidad, pero hay que evitar las tostadas con crema que lo acompañan.


Coma sanamente sin gastar de más, incluso en la oficina

  • Los nutriólogos aseguran que el desayuno es la comida más importante del día, pero no cualquier desayuno es recomendable: las frutas, proteínas (huevos o carne), carbohidratos (pan o tortilla) y el café o el té son los elementos que conforman un desayuno completo y balanceado que le aportará nutrientes, ayudándole a no sentir un ataque de hambre a media mañana. Si se ha estado saltando el desayuno, es momento de dejar de hacerlo para empezar el día con energía; aunque tenga que levantarse más temprano y modificar sus horarios para lograrlo, el esfuerzo vale la pena. Inténtelo y verá las ganancias en su salud y bienestar
  • Es mejor si usted lleva al trabajo una comida completa, que incluya cada uno de los grupos de alimentos mencionados más arriba, y que haya sido preparada desde casa, así sabrá perfectamente el origen, calidad y cantidad de los ingredientes que la conforman. Sin embargo, si esto está fuera de sus posibilidades y las garnachas son la opción más viable, no se preocupe, puede comerlas siempre y cuando modere las porciones y las pida sin freír y combinadas con verduras como espinacas, champiñones o flor de calabaza. Igual ocurre con los tacos, si pide un par con carne sin freír, comerá algo nutritivo, muy disfrutable y que probablemente también será barato.
  • Por último, recuerde que para acompañar sus comidas, si es que ha decidido comer en la calle, es necesario huir de la tentación de los refrescos. La mayoría de las bebidas con gas tiene azúcar y colorantes y, para un oficinista que está sentado la mayor parte del tiempo, no representa una buena opción, ya que estas bebidas pueden ocasionar daño en los riñones. Es mejor que tome agua (previamente hervida, sin que tenga que gastar en aguas purificadas) para mantenerse en todo momento hidratado.


Fuente: El Mandado (Publicación Mensual Gratuita de la Procuraduría Federal del Consumidor - México)

¡La cocina bajo presión!


Es un hecho que las ollas de presión ayudan a reducir los tiempos de preparación de platillos en la cocina, disminuyendo también el consumo de gas. Además, sus sistemas de seguridad se han multiplicado, de tal forma que la idea de que son sumamente peligrosas y de que pueden explotar en cualquier momento ya ha quedado atrás. Hoy en día podemos verlas como aliadas en la preparación de sopas, postres, guisados, verduras al vapor y hasta en la descongelación de alimentos. Aquí presentamos unos consejos para cocinar en ellas con mayor eficacia y seguridad.
  • No rebasar las dos terceras partes de su llenado para su operación. Una olla de presión con capacidad de 6 litros está recomendada para preparar de cuatro a seis porciones de comida.
  • Las ollas de presión que se ofertan en el mercado nacional deben cumplir con una Norma Oficial Mexicana de seguridad, la cual verifica que el producto sea seguro para usarse.
  • Las ollas de acero no guardan residuos, olores ni bacterias, debido a que la composición molecular del acero inoxidable es muy cerrada y por tanto muy higiénica. Sin embargo, su precio con respecto a las ollas de presión fabricadas en aluminio es considerablemente mayor. Estas, por su parte, se degradan mucho más rápido por los elementos químicos que se emplean para cocinar. Los ácidos provenientes de alimentos como tomates, cítricos, vinagre, etcétera le hacen bastante daño. No almacene en la olla alimentos después de que los haya preparado.
  • Al preparar embutidos perfore anticipadamente la piel artificial que los envuelve para evitar que al momento de cortarlos desprendan súbitamente vapor y pueda usted quemarse.
  • Por ninguna razón trate de bloquear
    los sistemas de seguridad mientras cocina, ya que esto puede provocar que su olla pierda presión súbitamente. Así se incrementa el riesgo de sufrir quemaduras o accidentes más graves.


Fuente: El Mandado (Publicación Mensual Gratuita de la Procuraduría Federal del Consumidor - México)

 
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