¡La cocina bajo presión!


Es un hecho que las ollas de presión ayudan a reducir los tiempos de preparación de platillos en la cocina, disminuyendo también el consumo de gas. Además, sus sistemas de seguridad se han multiplicado, de tal forma que la idea de que son sumamente peligrosas y de que pueden explotar en cualquier momento ya ha quedado atrás. Hoy en día podemos verlas como aliadas en la preparación de sopas, postres, guisados, verduras al vapor y hasta en la descongelación de alimentos. Aquí presentamos unos consejos para cocinar en ellas con mayor eficacia y seguridad.
  • No rebasar las dos terceras partes de su llenado para su operación. Una olla de presión con capacidad de 6 litros está recomendada para preparar de cuatro a seis porciones de comida.
  • Las ollas de presión que se ofertan en el mercado nacional deben cumplir con una Norma Oficial Mexicana de seguridad, la cual verifica que el producto sea seguro para usarse.
  • Las ollas de acero no guardan residuos, olores ni bacterias, debido a que la composición molecular del acero inoxidable es muy cerrada y por tanto muy higiénica. Sin embargo, su precio con respecto a las ollas de presión fabricadas en aluminio es considerablemente mayor. Estas, por su parte, se degradan mucho más rápido por los elementos químicos que se emplean para cocinar. Los ácidos provenientes de alimentos como tomates, cítricos, vinagre, etcétera le hacen bastante daño. No almacene en la olla alimentos después de que los haya preparado.
  • Al preparar embutidos perfore anticipadamente la piel artificial que los envuelve para evitar que al momento de cortarlos desprendan súbitamente vapor y pueda usted quemarse.
  • Por ninguna razón trate de bloquear
    los sistemas de seguridad mientras cocina, ya que esto puede provocar que su olla pierda presión súbitamente. Así se incrementa el riesgo de sufrir quemaduras o accidentes más graves.


Fuente: El Mandado (Publicación Mensual Gratuita de la Procuraduría Federal del Consumidor - México)

 
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